No es a ti a quien te toca dormir conmigo, sin mi.
No te vestirás viendo mi ropa,
ni recogerás pedacitos de mi vida
arrojados en tu habitación.
No podrás arrumarme en un rincón
donde más nunca me veas,
ni tendrás que arrancarte de tu alma
mi desconfiada mirada.
No es en tu corazón en donde se desperdicia espacio.
No me viste sentirme humillado,
ni fue de mis ojos que salieron esas extrañas lagrimas.
No tuviste que despedirme esta mañana,
ni verme feliz corriendo a celebrar con amigos,
ni oírme pasándola bien cuando tu corazón no latía.
No fuiste tu la que tuvo que vivirme
de la manera que yo te viví en la noche.
No eres tu quien tiene que tomar esta decisión.
Adiós !
