Fuiste mi vida
mi familia
mis noches
mis días
Fuiste mis sueños
mis deseos
mi esperanza
mi realidad
Fuiste mi alegría
mi tristeza
mis impulsos
mis miedos
Y ahora tan solo queda
un recuerdo
Y melancolía.
La noche ya no sabe a nada
y las mañanas
ya no dibujan sonrisas.
Acostado en mi cama, tu cama, ya no más nuestra, ya nunca más nuestra, acá mirando este papel que no siento, escribiendo con los dedos me atrevo a pensar en ti y en lo que paso, que qué diablos, aún no se.
Hable con el conejo, como siempre me dijo lo que necesitaba oír, que uno no sabe cuanto ama hasta que no descubre cuando necesita para olvidar ese amor. Que nuestro amor fue como dos trenes que anduvieron juntos a la misma velocidad, que a pesar de los obstáculos, paradas y demás se mantuvieron un tiempo juntos y sin importar que vuelva a pasar nunca se podrá olvidar lo fuerte que fue y lo infinito que ha de ser.
Hable con el conejo y me recordó que no hay que quedarse hundido, triste, opaco y muriendo en las pocas horas de dolor, en lo sorpresivo de una decisión, en lo impactante de una actitud, no es posible ni para mi ni para ti, a pesar de todo, tampoco es justo para los dos.
Los dos,
Jamás pensé volver a mencionar tu y yo unidos por un nosotros resumido en los dos. Jamás quise, por rencor tal vez, darle vida a lo que sin duda murió a manos tuyas, por manos mías.
Lo necesite, sin duda alguna seguro que lo necesite, pero ojo amigo que hay que pensar si aún lo necesitas y hasta cuando. Porque de seguro enferma, y carcome el alma y lo bonito que guardas.
Miles de sueños te guardaré, unos más, muchos más preferiré olvidar, desde nuestro gran baile en el salón de bodas sorprendiendo a los invitados de nuestra destreza, hasta las palomas que traerían a ti el anillo con el cual me haría tuyo, mucho más tuyo, de por vida, de por muerte.
Millones de recuerdos mantendré en un lugar tan secreto al cual acudir cuantas veces quiera, sin que nadie vea en donde estoy y sin que nadie me diga el mal que me hago de revivir este vicio, y lo haré, seguro que lo haré, sin que siquiera lo sepas, sin que siquiera lo presientas.
No puedo decir que hoy, esta noche, será la ultima, Dios quiera no lo sea, ah… Dios quiera sea así. Fuerte, fuerte eres trapito no lo olvides que yo nunca lo dejare de recordar. Sabes que lo agradezco más que un par de miles de veces.
No creas que es fácil ni por un instante, pero así es y así ha de ser. Siempre mejor y hacia delante. Fuerza, mucha fuerza que más que tu: Valiente, Audaz, Sincera y sobre todo poco Dura, la tiene de sobra.
Regálame un poco, tan solo un poco con la cual sobrevivir.
No me tiñas de azul,
Ni pretendas que salte.
No soy tu soldado
No soy de plomo
No te despertaré con un beso
Ni lucharé con mi espada ante dragones
No fui lo que necesitabas
Nada hará que ahora lo sea
Soy tan solo yo
Caminando sin ti
¿Sientes esto?
¿Sientes lo que nos une?
¿Lo que sin tener tenemos?
Con esto no pretendo.
Con esto no espero.
No guardo ni quiero.
Con esto tan solo deseo
regalarte un pensamiento.
Tus besos,
Sí! Aun los recuerdo.
No he olvidado tu piel,
mucho menos se ha ido
el recuerdo de tu cariño
y…Nuestras Risas…
Y aun me pregunto por qué
Deprisa y vano debió ser para olvidarnos.
Grita con fuerza en el silencio de tu mente
si aun me recuerdas
porque yo,
yo aun no te olvido.