16 diciembre, 2010

Mientras duermes.

Abandonado a mi propia suerte
reviso el horizonte oscuro,
se asoman cálidos y misteriosos rayos de luz intensa de amanecer.
Ha pasado la noche y no me he dado cuenta.
Y pasaron las horas
repletas de su peso...

Suerte propia abandonada
por la oscuridad de mi horizonte,
misterioso amanecer que se asoma sin calidez
Me di cuenta: No pasó una noche.
Pesaron las horas...

De la suerte del abandono,
se despeja el horizonte
en miles de colores.
Sí, pesaron las horas...

Me acerco a ti,
cálida y radiante,
llena de luz...

Trascurren las horas
de mi amanecer
mientras duermes.

Y ruego a mi suerte
no apagar la luz con la que brillas
esta noche.

Siento apagarte
qp