Inquietantes deseos vanos a tu endurecido e irrompible cristal.
Cuerpo ansioso y tembloroso
a punto del colapso espiritual
luego del ya infartado corazón
Que puedo decir.
Que tal si te desarmas
tan solo un misero instante
y te arriesgas a ver la verdad
que esconden mis ojos,
a ver si por error o
simple curiosidad
logro despertarte de la pesadilla
y ofrecerte lo necesario
para que impartas
tu sincero perdón.
Cincel y martillo en mano a punto de quebrar(te)...
Animate y perdóname.